El término "impresionismo", fue
utilizado con claro sentido irónico, para referirse a las obras de una nueva generación
de autores franceses, pero ningún pintor del grupo fue tan puramente
impresionista como Monet.
Al aire libre, bajo la luz directa del sol, pudo detalladamente
observar y plasmar inmediatamente, con pinceladas libres, los efectos de la luz
sobre los objetos, los cambios, las vibraciones de esa luz; por esta razón la
pintura de Monet resulta especialmente vital y llena de armonías.
Por otra parte, la teoría de que dos colores juntos, al ser
observados desde lejos, se funden en un solo tono, supuso el fundamento de ésta
técnica, utilizando así colores puros directamente sobre el lienzo, sin mezcla
alguna.
1.- La representación
inmediata y fiel de una escena momentánea
2.- La
realización de una obra al aire libre
3.- La
utilización de colores puros aplicados directamente sobre el lienzo en lugar de
mezclarlos en la paleta
4.- La técnica
de presentar la luz teniendo en cuenta los colores que la componen
5.- La
utilización de pequeñas pinceladas y toques de color brillante
6.- La
utilización de la luz y del color como únicos medios para unificar una pintura.
Ya en 1906, e inspirado en el ambiente de sus
jardines en Giverny, inició la serie de cuadros sobre plantas florales
acuáticas, los cuadros de ninfeas y nenúfares. Monet los pintó para que quedaran suspendidos en
círculo, dentro de una estancia circular, de modo que crean el efecto del
transcurrir de un día o el de las cuatro estaciones que se desvelan ante los
ojos del espectador.
Su pasión por las series de plantas, suman más de
200 cuadros, formando como una obra integral dentro del resto de sus cuadros.
Pero, debido al deterioro de la vista, la percepción de los colores se va
alterando, llegando a resultados casi abstractos. El color se muestra en su
totalidad, con pinceladas muy sueltas, descubriendo así la pura materia que
constituye la esencia de las cosas.
Todo puede deducirse de una simple afirmación que realizara el
artista:
“El
motivo, es para mí del todo secundario; lo que quiero representar es lo que
existe entre el motivo y yo”. Claude Monet.