jueves, 28 de marzo de 2013

"Pensando en los demás.."


El documental narra las vivencias de un profesor, Toshiro Kanamori, una persona que intenta hacer posible el aprendizaje y la educación de una manera especial, o quizás como debería ser en la mayoría de las escuelas de todo el mundo.

Les da libertad de expresión, les permite opinar libremente, compartiendo risas y llantos, para así crear lazos de afecto entre ellos mismos, y que no se respalden en sus propias inquietudes, sino que compartan con los demás sus vivencias, sus secretos, sus miedos y fracasos.

Me llamó muchísimo la atención una frase que creo que resumen su método de aprendizaje y que muchos educadores debería aprender de él: ¿Qué será lo más importante de este curso? SER FELIZ. Me parece una frase muy fuerte, con un gran potencial de sabiduría respecto a él y una gran fuente de energía capaz de resumir lo que significa la educación para el profesor.

Comenta que el objetivo de la clase es aprender cual es la clave para ser feliz y vivir feliz, y dejarnos de memorizar frases y textos sin sentido que sólo sirven en el momento. Su método consiste en que los alumnos escriben cartas en las que explican sus sentimientos, sus momentos vividos y sus pensamientos. Esto hace que la situación que se vive en la clase, permita que todos hablen abiertamente y puedan contar lo que sienten y escuchen los sentimientos de los demás.

Quizás esto no ocurre en el mundo occidental, tal vez porque tenemos miedo al fracaso, al “qué dirán”, y hace que reprimamos nuestros sentimientos y no nos mostremos a los demás tal como somos. Nos olvidamos de que expresarnos es nuestra vía de escape para sentirnos bien con nosotros mismos, y por lo tanto con los demás. Esto nos hace ser más débiles, nos sentimos por debajo de los demás y hace que se burlen de nosotros.

Por ello, el profesor pretende solucionar este tipo de situaciones, explicando las cosas más importantes que piensa cada uno, para ser felices, ya que solo tenemos una vida y hay que vivirla con alegría. Muchos deberían aprender de él y conocer las verdaderas inquietudes que viven en el interior de los niños. Es difícil guardarse una cosa escondida y creo que pocas veces, por no decir ninguna, se ha transmitido las emociones que comportan el aprender.